¿Qué hay de cierto y de falso en los Tourettes de la televisión y el cine? * Descubre los tópicos más utilizados sobre este síndrome
Por ESTHER SAMPER (SHORA)
Actualizado 25-01-2008 19:12 CET
Hemos visto a menudo a los Tourettes, con sus tics vocales, en la pequeña y gran pantalla propinando insultos a diestro y siniestro. Pero, ¿qué hay de verdad en todo ello? Si hay algo por lo que se caracteriza principalmente un síndrome de Tourette es el hecho de que sea mucho más probable de que te lo encuentres en el cine o en la televisión que en la realidad. El trastorno en sí no es muy frecuente, aparece en un 1-2% de la población. Entre eso y que la expresión de tacos a mansalva lo convierten en un recurso humorístico frecuente en películas o series de comedia, hacen que se marque aún más la diferencia entre la frecuencia de Tourettes televisivos y reales.
Pero no vayáis a pensar que por tener un síndrome de Tourette significa directamente que la persona vaya a decir tacos compulsivamente. Al contrario, sólo un pequeño porcentaje de Tourettes llega a padecer la coprolalia.Coprolalia, en el idioma médico, significa literalmente "lenguaje de mierda", una evidencia más de que puedes decir las cosas más obscenas que se te ocurran que si lo adornas con el respetuoso idioma médico hasta queda fino y educado. Pues bien, la coprolalia se trata de la expresión de palabrotas y maldiciones de forma repentina e involuntaria, básicamente son unos tics vocales. De la misma forma que prácticamente todos conocemos gente que tiene algún tic en una ceja que hace que la mueva repentinamente sin control, un porcentaje de los Tourettes dicen palabrotas bruscamente y sin control en un intervalo de tiempo breve.
De nuevo, la gran y pequeña pantalla es diferente en cuanto a los síndromes de Tourettes ya que el 100% de los que te encontrarás por allí tienen coprolalia. Un Tourette sin coprolalia en una comedia pintaría menos que una piel de plátano en una acera sin que alguien pasase por encima y se resbalase. Simplemente, es un recurso humorístico muy tópico.
Otra gran diferencia entre la realidad y la ficción es alargar el tiempo del tic para aumentar más la carcajada. En la realidad, los Tourettes con coprolalia sólo pueden decir como máximo dos o tres tacos por tic. Tened en cuenta que es algo brusco y muy breve. Da tiempo a decir "Hijo puta", "Cabrón" pero no mucho más.
Sin embargo, hay una faceta de la película que sí es adecuada y es la de no dar importancia a los tacos que se puedan decir. Tened muy en cuenta que quien peor lo pasa es la propia persona con Tourette y muchos pueden quedarse aislados socialmente por su problema, bien porque la gente tienda a evitarlos o bien porque ellos mismos se recluyan. Lo mejor es simplemente ignorar los insultos o no darles la más mínima importancia. La ofensa en un insulto está en su intención no en su contenido. Y un síndrome de Tourette no tiene la más mínima intención de insultar a no ser que hayas hecho algo para merecerlo.
En la película de Gigoló, por ejemplo, sí que podemos encontrar tics mucho más breves en los que la mayoría son bastante realistas:
Además, no sólo los tics son breves sino que se encuentran más signos asociados al tic como la contracción involuntaria de la cara, la extensión de la lengua, etc. Algo que también se puede dar en los Tourettes de la realidad. Y otro detalle interesante es el hecho de que los tics se acentúan aún más con el estrés/estado de ansiedad. Por lo que es bastante realista que la rubia del vídeo anterior, por el estrés de estar ante una muchedumbre de personas que oirán sus insultos, termine diciendo aún más de los que diría normalmente.
Otro error que tienen las películas/series es la de asociar siempre los tics vocales a palabrotas. En la realidad, muchas de las veces en las que la persona grite o levante la voz, no se tratará de un taco sino de una palabra adecuada a la frase que está diciendo pero que lo dice en un tono mucho más fuerte.
Para que ahora comprendas mejor las diferencias entre ficción y realidad, aquí tienes un vídeo de un niño con Tourette de 14 años. Fue grabado en 1974 en la Televisión Nacional de Chile y se ve que el niño, ahora adulto, ha sido bastante famoso por su país al ser el vídeo publicado 25 años después, debido a una filtración. El vídeo: Entrevista a Taldo
Por cierto, la coprolalia de Taldo desapareció con los años y en la actualidad es un hombre sin la más mínima señal del Tourette.
EDUCACIÓN ESPECIALEstudian cómo trabajar con niños con síndrome de Tourette
Los afectados sufren tics, con repetición de movimientos y de palabras soeces. Los síntomas se atenúan pero encuentran dificultades en el mercado laboral.
07/09/2007 C. PUYOD
Si en mitad de clase, un niño se levanta, da una palmada en el aire y se vuelve a sentar puede ser una simple travesura. Si por contra se trata de un movimiento repetitivo, en un niño en el que además son frecuentes los actos involuntarios, como tics motóricos --mover la cabeza, cuello, parpadear, aclarar la garganta, empujar con los brazos, patear, encoger los hombros o saltar--, o del lenguaje --repetir la misma palabra o la última sílaba, vocalizar o decir palabras soeces--, posiblemente, se trate de un niño afectado por el Síndrome de Gilles de la Tourette.
Estos niños, que o no son diagnosticados o tardan hasta 18 años, padecen un alto grado de sufrimiento debido a la incomprensión que en su entorno ocasiona su conducta, que socialmente se confunde erróneamente con un mal comportamiento, con todo lo que esto desencadena en todos los ámbitos de su vida.
Para analizar y debatir cómo abordar a estos alumnos en clase, el Centro de Recursos del Profesorado número 1 de Zaragoza ha organizado unas jornadas multidisciplinares sobre Tourette, en las que participan alrededor de 170 personas entre neurólogos, psicólogos, psiquiatras, pedagogos, psicopedagogos, profesorado en general y padres. El evento, que comenzó ayer con una jornada intensiva sobre esta patología, continúa durante todo el día de hoy sobre el Trastorno de Déficit de Atención con o sin hiperactividad, en el salón de actos del Instituto de Educación Secundaria Virgen del Pilar.
"El principal problemas de estos niños es que o no se diagnostican o cuando se hace han pasado demasiados años. Casi siempre se confunde con hiperactividad o simplemente se les tacha de maleducados", lamenta Laura Báguena, maestra psicopedagoga, que trabaja en la Asociación Aragonesa de Síndrome de Tourette, junto a una psicóloga, y que tiene su sede en el Centro Cívico de La Almozara y que ayer participó en este encuentro. "Yo he atendido a niños que han sido diagnosticados a los 18 y 15 años y eso provoca unas situaciones tan duras para el afectado, la familia y su entorno, cuando el síndrome se debe a un trastorno del sistema nervioso, ligado a problemas en ciertas áreas del cerebro y las sustancias químicas (dopamina, serotonina y norepinefrina) que ayudan a las neuronas a comunicarse.
Laura Báguena atiende en estos momentos a cinco niños entre 3 y 17 años, que acuden a la asociación, aunque asegura que cuentan con más de 25 pequeños afectados por todo Aragón.
SUAVIZAR SÍNTOMAS "Lo cierto es que con un tratamiento, aunque no se cura, los síntomas se pueden paliar y tenemos incluso a varios jóvenes que han acabado la carrera, pero lo cierto es que luego les resulta difícil incorporarse al mercado laboral, sobre todo, cuando se trata de estar de cara al público, por los tics que padecen", reconoció.
Aun así, esta experta reconoció la utilidad para el profesorado de este tipo de encuentros que ayudan a conocer mejor las patologías minoritarias que, en ocasiones, afectan a los niños e insistió en que sería preciso realizar alguna adaptación curricular, que ayudara a mejorar la atención y el aprendizaje de estos alumnos. "En situaciones de estrés, y a pesar del tratamiento crónico, los tics se disparan mucho más. De ahí que sería aconsejable que, por ejemplo, se les examinara en otras condiciones de mayor tranquilidad y sin límite de tiempo que es algo que les crea pánico", aseguró Báguena.
Por su parte, Jesús Gimeno, jefe de la Unidad de Atención a las Necesidades Especiales, de la Dirección General de Política Educativa, puso de manifiesto la trascendencia de estas jornadas. "Con este encuentro queremos profundizar de forma científica en estas patologías y crear un foro entre familiares y profesores porque estamos convencidos de que muchos de los problemas pueden resolverse con diálogo", dijo.